Yo soy Miriam, madre de un gordo hermoso, un ángel llamado Fernando David, quien presenta Trastorno de Espectro Autista.
Fernando nació el 4/11/2006 por cesárea, actualmente tiene 4 años 7 meses.
Fer, como todos amorosamente lo llamamos, fue un niño sano hasta cumplir un año de edad, nunca se enfermaba (solo fiebrecitas cuando lo vacunaban) gateo y camino a la edad que le correspondía, se veía su evolución normal hasta después del año cuando empezamos a notar que algo no andaba del todo bien. Tenía dificultad para dormir, recuerdo que mis hermanos y yo nos turnábamos porque para dormirlo había que mecerlo constantemente, en mecedora, sentados a la orilla de la cama, caminando por toda la casa, etc etc; las jornadas podían durar horas y Fernando no se dormía, si lograba dormirse, enseguida se despertaba al menor ruido o al acostarlo en su cuna. Era agotador para todos en casa, muchas veces el cansancio me vencia!
Poco tiempo después, aproximadamente al año y medio, empezamos a notar señales que nos llamaban mucho la atención. Notamos que mi bebe no decía mama, no reconocía ni repetía los nombres de sus tios ni de su abuela, no respondía a su propio nombre, no decía chao con su manito, no señalaba, no miraba a los ojos, y lo mas grave, le daban ataques de histeria, de agresividad y autoagresión, me pegaba, se pegaba a si mismo, se metia sus manos para vomitar, entre otros. Alli empece a investigar, y por supuesto, comence el peregrinaje, ir de medico en medico en busca de una ayuda, un diagnostico que nos ayudara con la situación de mi bebe.
Casualmente todos estos síntomas fueron desencadenándose después de colocarle las vacunas, pero para la fecha ignorábamos lo que le estaba sucediendo a mi bebe, tanto mi familia como yo nos encontrábamos a la expectativa y preocupados por la situación.
Lo alarmante es que en la guardería a donde asistía nunca se percataron de lo que le estaba sucediendo a Fernando, de hecho lo cambie cuatro veces de guardería, pues no notaban que el niño actuaba diferente a los demás, eso me indicaba que no le estaban prestando la debida atención. De igual manera mis consultas a la pediatra eran más frecuentes, el niño se enfermaba mucho, pero ella tampoco noto nada anormal, y ante mi inquietud de porque el niño no hablaba, solo me pidió que esperara a que tuviera 4 años o más, que seguro iba a hablar. Pero no me conforme con esa explicación tan absurda.
Recién cumplidos los dos añitos, lo llevamos a una nauro pediatra, quien resumió lo que le sucedía al niño con que se trataba de un problema de conducta que el Risperdal iba a solucionar, y le mando tres dosis de 0.5 mg al día, en pocas palabras, lo mando a dormir…
Recuerdo también que Fernando padecía de fiebres esporádicas, recurrentes, así como también de infecciones respiratorias muy frecuentes, las cuales suponíamos que era por la guardería, luego empezó a padecer de diarreas y vómitos sin causa aparente. Un día estaba bien, al otro le daba fiebre, luego de la nada mejoraba, lo mismo sucedía con los vómitos. Lo más extraño era que los vómitos, las diarreas y fiebres en su mayoría eran nocturnos.
Paralelamente Fernando continuaba con su trastorno de sueño, se levantaba “n” veces llorando, pidiendo su chupón (el cual dejo a los 3 años 4 meses), lanzaba todo al piso, y lo mas traumático para mí era ver a mi bebe meterse debajo de la cama a llorar, histérico, descontrolado, transformado en un ser irracional, en un animalito salvaje molesto y asustado…me duele decirlo con esas palabras pero así era…También se levantaba a esconderse en el baño a llorar, los berrinches de madrugada se repetían casi todos los días, por no decir TODOS. Otra cosa impresionante era que el niño para dormir se tomaba dos, tres y hasta cuatro teteros de leche completa, una locura!
Mi mejor amigo, y el que disipo todas mis dudas sobre lo que pudiera estarle sucediendo a Fernando “EL INTERNET”. Pasamos un año, mi madre y yo, visitando médicos y todos decían que no era autismo, que podía ser conductual, o hiperactividad, o que se yo! A ningunos les hice caso, yo ya sabía lo que tenía mi Fer. No fue sino hasta Septiembre del 2009, que el Dr. Aldo Barbero, en una maratónica jornada de evaluación que duro tres días, me corroboro mis sospechas: “Autismo Leve”.
Dios que duro! A pesar de presentir y sospecharlo, siempre quedaba la esperanza de que todo fuera una confusión, Rogaba a Dios que fuera otra cosa más sencilla, pero en el fondo yo ya sabía lo que era! Ahora a organizar mis ideas y a actuar!
Eso fue un resumen muy sencillo sobre el comienzo de este camino que me ha tocado recorrer de la mano con mi pequeño Fer, quien me ha inyectado altas dosis de positivismo, de alegría, de ganas de luchar, gracias a él pocas veces me he deprimido, y cuando he decaído (porque soy humana y vivir todo esto no es nada fácil) las fuerzas para seguir en la lucha me las ha dado el.
MI ANGEL FERNANDO!
Hola, como está tu hijo ahora?
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